Los artefactos pirotécnicos contaminaron el aire limeño en 24% por encima del límite máximo permitido y se estima que una situación similar ocurrirá durante la madrugada de Año Nuevo, dijeron expertos de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) del Ministerio de Salud.
Según el director ejecutivo de Ecología y Protección del Ambiente de Digesa, Elmer Quinchíz Romero, el límite máximo de material particulado PM10 permitido en el aire es de 150 mu/m3, pero en la medición hecha en Navidad en la estación ubicada en Santa Luzmila, Comas, la cifra llegó a 186.3 mu/m3.
"Con 186.3 ya estamos hablando de contaminación del aire. La medición es de microgramos por metro cúbico y la hicimos durante 24 horas seguidas desde las 00:00 horas del día 25 de diciembre hasta las 00:00 del día 26", dijo el experto a medios oficiales.
Entre los problemas de salud originados por la combustión de la pólvora se encuentran las alergias o procesos asmáticos, la irritación ocular y hasta la ceguera porque el azufre, el carbón y los colorantes de la pólvora dañan la vista si caen en ella.
Los fuegos artificiales también provocar sordera si los ruidos superan los límites permitidos. "El oído puede tolerar entre 60 y 70 decibeles pero muchos de los pirotécnicos sobrepasan los 120, lo que puede generar problemas auditivos. Inclusive algunos como la ‘mamarrata’ sobrepasan los 190 decibeles", dijo Quinchíz.
A pesar de que Digesa tiene estaciones para medir la calidad del aire ubicadas en Lince, Villa María del Triunfo, El Agustino, Callao y en el Congreso de la República, sólo la de Santa Luzmila es automática y por eso los datos los obtiene en tiempo real.
El funcionario pidió a la población de Lima y de todo el país evitar quemar muñecos, llantas o basura durante el Año Nuevo, dado que, en el caso de las llantas, tienen materiales contaminantes cancerígenos.
