Un estudio llevado a cabo por la World Heart Federation muestra que las personas con fuertes lazos afectivos aumentan entre dos y cuatro veces su capacidad para reponerse de diversas enfermedades.
Los estudios han demostrado que el amor influye directamente en la salud de nuestro corazón, reduciendo los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares y contribuyendo a alargar, de esta manera, nuestra esperanza de vida, según ha recordado la Fundación Española del Corazón (FEC) con ocasión de la celebración de San Valentín.
Esto se observó por un estudio llevado a cabo por la World Heart Federation que demostró que las personas con fuertes lazos afectivos mejoraban entre dos y cuatro veces su capacidad para reponerse de la enfermedad de la que estaban siendo tratados.
Según el Dr. Miguel Ángel García Fernández, vicesecretario de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), señala que "existe una clara relación entre nuestro estado de ánimo y la salud de nuestro corazón. Así, para prevenir enfermedades cardiovasculares, además de controlar la tensión, los niveles de colesterol, realizar ejercicio y seguir una dieta saludable, hemos de favorecer la presencia de sentimientos positivos".
Aunque otras investigaciones han demostrado que las personas con problemas sentimentales tienen menos defensas cardíacas. Es el caso del estudio 'Marital Stress Worsens Prognosis in Women With Coronary Heart Disease', llevado a cabo por el Instituto Karolinska de Estocolmo y que estudió a 600 mujeres de entre 30 y 65 años.
Según García Fernández, “el estudio fue esclarecedor y sorprendente, ya que demostró que las mujeres con matrimonios muy estresantes tenían tres veces más riesgo de sufrir algún ataque cardíaco que las mujeres que vivían con una buena relación con su pareja”.
La investigación concluyó que el estrés en el matrimonio provoca una progresión de la arteriosclerosis coronaria, con un aumento de la inestabilidad de las placas ateroescleróticas que favorecen la aparición de complicaciones cardiacas.