Alumnos del Instituto Marino de la Isla de Santa Catalina en California, encontraron sin vida a este animal, cuya existencia era conocida desde hace muchos años, pero la mayoría creían que se trataba solo de un mito marino.
"Nadie me va a creer", fue lo primero que pensó Jasmine Santana, de 26 años, la primera estudiante en encontrar esta rara especie marina flotando en el mar, quien con la ayuda de sus compañeros pudo llevarlo hasta la playa.
Los científicos consideran que este animal es el pez óseo más largo jamás visto; puede alcanzar los 17 metros de largo, habita en aguas profundas, por lo que raramente se les ve y su estudio es muy raro.