Una serie de reacciones en favor y en contra desató la condena a una joven musulmana quien difundiera una fotografía suya a través de las redes sociales, en la cual se muestra con el torso descubierto y una frase en árabe pidiendo respeto a los derechos de la mujer.
Según el castigo que se le impuso, la joven Amina recibiría 10 latigazos en un sitio público y luego sería lapidada hasta morir para castigar su indecencia y evitar que su "mal ejemplo" desencadene una epidemia y otras chicas repitan su acción.
La sanción fue establecida por un clérigo musulmán quien aseguró que "Amina quería destacar y llamar la atención al posar desnuda. Esto refleja que la chica no tiene nada que perder y no es consciente de lo sagrado de la mujer", con lo que justificó la decisión e incluso pidió que la joven fuera azotada 100 veces por la magnitud de la falta.
A pesar de la desaprobación de los padres al comportamiento de su hija y la vergüenza que manifestaron sentir por la actitud de Amina, las activistas del movimiento Femen, al cual ella pertenece, le han brindado su apoyo y admiración por el acto en favor de la equidad de género que la valerosa joven realizó.
