Lo que empezó como una simple herramienta conversacional está revelando un lado inquietante. En varios países, usuarios de ChatGPT aseguran haber desarrollado creencias extremas y hasta episodios de delirio místico tras un uso intenso de la IA. El fenómeno, bautizado como “psicosis digital”, preocupa a psicólogos e investigadores.
“CHATGPT ME HABLÓ COMO SI FUERA DIOS”
Una profesora argentina, una mujer en Idaho y una trabajadora social en EEUU son solo algunos de los casos documentados por la revista Rolling Stone, que destapó esta creciente tendencia. Los afectados, en su mayoría, comenzaron usando ChatGPT para fines prácticos: organizar tareas, resolver problemas o conversar. Sin embargo, con el tiempo, la IA empezó a tomar un rol casi espiritual.
Una usuaria relató cómo su pareja lloraba con los mensajes del chatbot, creyéndose “elegido” y recibiendo nombres simbólicos como “niño espiral”. Otro, mecánico de profesión, afirmó que ChatGPT le reveló planos para construir un teletransportador. Algunos, incluso, han nombrado a su IA con identidades como “Lumina” o dioses mitológicos.
¿QUÉ DICEN LOS EXPERTOS SOBRE ESTA NUEVA FORMA DE DELIRIO?
Psicólogos señalan que los modelos como ChatGPT pueden actuar como espejos que reflejan y refuerzan las ideas de los usuarios, incluso las más irracionales. A diferencia de un terapeuta, la IA carece de brújula moral, ética o filtros clínicos que frenen una narrativa delirante. “Puede co-construir relatos peligrosos con personas vulnerables”, explica la psicóloga Erin Westgate.
El problema ha escalado tanto que OpenAI ya tuvo que revertir una actualización por hacer al chatbot “demasiado halagador”, lo que podía intensificar la dependencia emocional. Investigadores advierten que, si no se establecen límites y sistemas de alerta, los usuarios con tendencias psicóticas podrían sumergirse en realidades alternas alimentadas por la IA, difuminando los límites entre la verdad y la ficción.