El juego de la ruleta hace más de un siglo que apareció como una forma de entretener a la sociedad. Concretamente, nació en 1642 en tierras francesas de la mano de Blaise Pascal, con un funcionamiento muy semejante al que podemos ver en la actualidad. Propio de las clases acomodadas y de los salones especializados, poco a poco fue expandiéndose en diferentes casinos europeos hasta dar el salto a los Estados Unidos, donde su popularidad dio un último y definitivo impulso que sirve para entender el éxito actual.
Hoy en día, la ruleta online y las opciones de las que dispone se presentan de una manera ligeramente diferente a la de hace décadas. Con su paso a las pantallas, como el de otras actividades propias de este sector, se ha conseguido estar disponible para un importante número de aficionados en el momento y lugar que deseen y en pocos segundos. Solo deben conectarse a internet y a su plataforma de confianza, elegir qué pasatiempo encaja mejor en sus gustos e iniciar una partida.
Modalidades clásicas y versiones innovadoras
Uno de los puntos diferenciadores de esta opción de casino al haberla llevado al campo digital es que las tres modalidades más populares suelen estar siempre disponibles: la francesa, la europea y la americana. Entre las tres se presentan ligeras diferencias, como el número de casillas con el doble 0 o la posibilidad de disponer o no de la regla en prisión, que permite al jugador elegir qué hacer con la cantidad apostada si la pequeña bola se detiene en el casillero 0 en el caso de estar jugando a la francesa.
Es de especial mención que, con la migración hacia lo digital, han ido apareciendo versiones más innovadoras y futuristas, que además de presentar ambientaciones originales, también hacen lo propio con los premios. Ejemplo de ello es cómo se aumenta la velocidad en algunas de las opciones del catálogo o la posibilidad de realizar apuestas especiales, además de las simples como el color o la elección de un número concreto. Estos premios son una de las grandes novedades de las últimas décadas.
Otras ventajas de la pantalla
Con el auge de los celulares como dispositivo favorito para conectarse en nuestro país, superando a la computadora, era cuestión de tiempo que juegos como la ruleta se adaptaran a sus pequeñas medidas. Y lo han hecho a la perfección. La tecnología ha permitido que esta actividad, que requiere de un mecanismo físico y de muchos elementos para que funcione, esté con total naturalidad en todo tipo de pantallas. Esto ha brindado la opción de que no se tenga que dar solo en el hogar, así como en otros escenarios.
Incluso haciendo uso del streaming, que permite la transmisión de contenidos sin necesidad de descarga y en tiempo real, han llegado las opciones en vivo. Estas, además de contar con todas las ventajas propias de las versiones online, disponen de un crupier de carne y hueso al otro lado de la pantalla dispuesto a hacer girar la rueda mecánica. Y no solo eso, sino que también puede interactuar con los diferentes usuarios, dinamizar la sesión o dar explicaciones sobre el funcionamiento del juego y sus características.
Y no podemos obviar la libertad de acciones que ofrecen las plataformas online. Como puede suceder en el mundo físico, los límites mínimos de las apuestas de la ruleta son bajos y la cantidad la fija el jugador dependiendo del crédito del que disponga. Además, puede acogerse a diferentes modalidades de prueba, en algunas plataformas, para testar cómo funciona la partida y llevar a cabo en cualquier momento la estrategia que desee sin que nadie intervenga, como las famosas Martingala, la Fibonacci o la d'Alembert.
El futuro pasa por la tecnología
Si bien la situación actual de este juego ya tiene un componente tecnológico muy elevado, se espera que en un futuro a corto plazo sea todavía mayor. Los expertos en la materia apuntan a que se seguirá avanzando hacia la telefonía móvil como principal dispositivo de consumo y a la opción en tiempo real, pero todo ello sin descuidar una seguridad que cada día que pasa va a más y se refuerza con avances como la inteligencia artificial y el blockchain para encriptar y monitorizar movimientos, transacciones y datos privados.
Más allá de garantizar una experiencia transparente y segura, uno de los objetivos que se han ido viendo desde hace tres décadas, cuando se dio el salto al campo virtual, es la apuesta por una inmersión total del usuario. Lo que antes se lograba mediante simuladores de partida, ahora se emite en vivo y ya existen ejemplos que empiezan a usar la realidad virtual y la realidad aumentada para, a través de unas gafas y controles manuales, trasladar la acción del hogar al salón especializado sin tener que desplazarse.
