El asteroide Eros 433 está cerca de su punto más próximo a la Tierra desde 1975, y pese a estar a 26,7 millones de kilómetros de distancia, puede ser observado mediante un telescopio por astrónomos y aficionados.
Esta nueva distancia es cincuenta veces mayor a la que separa la Luna de la Tierra, según informa la agencia espacial estadounidense NASA.
Con esa distancia, Eros no puede verse sin telescopio, pero los astrónomos aficionados podrán apreciar su forma de herradura y su superficie horadada mediante telescopios elementales.
Eros cumplió un papel especial en el conocimiento del espacio: entre 1900 y 1901 ayudó a que los astrónomos midan con precisión la distancia al Sol mediante un programa mundial de observaciones.
Otra visita cercana de Eros en 1931 ayudó a los astrónomos ajustar más las medidas del sistema solar y la distancia del Sol a la Tierra.
Ese fue el mayor avance en cuanto a la medición del sistema solar hasta que las distancias se empezaron a calcular con radiotelescopios interplanetarios en la década de 1960.
El asteroide que cuenta con 34 kilómetros de ancho, fue localizado en 1898 por los astrónomos Carl Gustav Witt, en Berlín, y Auguste Charlois, en Niza (Francia).
En 2000 la sonda espacial "Shoemaker" de la NASA se acercó a Eros, lo orbitó y se posó suavemente en su superficie, siendo la primera vez que un artefacto humano orbitó en torno a un asteroide.
La sonda tomó alrededor de 160.000 imágenes de Eros 433, que fueron llevadas a los investigadores a concluir de que era un objeto sólido en vez de una acumulación de residuos, como se pensaba.
