La elección del atún en conserva, uno de los productos más accesibles y consumidos del país, no es tan simple como parece. Aunque ambos tipos —en aceite y en agua— son recomendados dentro de una alimentación equilibrada, un reciente análisis nutricional revela diferencias importantes en su aporte calórico, contenido de grasas y concentración de omega-3, claves para la salud cardiovascular.
En el Perú, tanto el Ministerio de Salud (Minsa) como EsSalud fomentan el consumo regular de pescado por su alto contenido de ácidos grasos esenciales. Estas instituciones sugieren incluirlo entre dos y tres veces por semana para reducir el riesgo de enfermedades coronarias y mantener niveles saludables de colesterol. El atún, en sus distintas presentaciones, se posiciona como una de las alternativas más prácticas para cumplir estas recomendaciones.
Los datos nutricionales muestran que el atún en agua contiene menos calorías y preserva mayor cantidad de omega-3, debido a que estos ácidos grasos se mantienen en el alimento incluso después de escurrir el líquido. Por el contrario, el atún en aceite concentra más calorías, pero conserva mejor la vitamina D y presenta niveles ligeramente superiores de selenio, un mineral antioxidante relevante para la salud tiroidea y reproductiva.
DIFERENCIAS NUTRICIONALES QUE INFLUYEN EN LA ELECCIÓN DIARIA
Expertos señalan que el atún —en cualquiera de sus versiones— es una fuente de proteína de alta calidad que contribuye a mantener la masa muscular, favorecer la saciedad y reducir la inflamación gracias a sus omega-3 EPA y DHA. Sin embargo, recuerdan que el consumo debe ser moderado debido a la presencia de mercurio en algunos lotes de pescado enlatado. La recomendación general oscila entre dos y tres porciones de pescado a la semana, ajustando la frecuencia según el tipo de conserva.
En la práctica, nutricionistas coinciden en que el atún en agua es la mejor opción para un consumo frecuente por su menor carga calórica, mientras que el atún en aceite puede integrarse con moderación una o dos veces por semana, aprovechando parte del aceite para evitar desperdicio de nutrientes. Esta elección permite mantener una dieta balanceada sin renunciar a los beneficios del pescado.



