Un grupo de científicos de la Universidad de Columbia descubrió que pacientes con deficiencia del regulador inmunológico ISG15, lejos de ser más vulnerables a infecciones, parecían prácticamente inmunes a los virus. Este fenómeno, estudiado por el inmunólogo Dusan Bogunovic durante más de 15 años, abrió el camino a lo que podría convertirse en un antiviral universal.
TERAPIA EXPERIMENTAL CON TECNOLOGÍA ARNM
El estudio, publicado en Science Translational Medicine, describe cómo los investigadores diseñaron una terapia inspirada en este “superpoder” inmunológico. Utilizando nanopartículas lipídicas con diez moléculas de ARNm, lograron inducir en animales de laboratorio una respuesta antiviral capaz de bloquear la replicación de virus como el SARS-CoV-2 y la gripe.
Los ensayos mostraron que la protección, aunque temporal —entre tres y cuatro días—, fue suficiente para impedir la progresión de la enfermedad. Según Bogunovic, esta intervención “podría funcionar incluso contra virus aún desconocidos”, lo que la convierte en una herramienta clave para las etapas iniciales de una pandemia.
RESULTADOS PROMETEDORES Y PRÓXIMOS DESAFÍOS
Aplicada a través de un goteo nasal, la terapia redujo de manera significativa la gravedad de infecciones respiratorias en ratones y hámsteres. En cultivos celulares, ningún virus logró superar las defensas activadas. Sin embargo, los investigadores reconocen que aún deben optimizar la administración y los niveles de absorción antes de considerar pruebas en humanos.
El equipo visualiza esta tecnología como una protección inmediata para personal de primera línea, adultos mayores y familiares de infectados mientras se desarrollan vacunas específicas. Aunque todavía queda un largo camino, este avance podría cambiar radicalmente la manera en que enfrentamos futuras pandemias y virus emergentes.