Dormir con tu mascota puede parecer un gesto tierno e inofensivo, pero la ciencia y la veterinaria tienen opiniones encontradas. Mientras algunos destacan sus beneficios emocionales, otros alertan sobre enfermedades y problemas de conducta. ¿Deberías seguir haciéndolo?
BENEFICIOS: MENOS ESTRÉS, MÁS VÍNCULO Y MEJOR DESCANSO
Para quienes viven solos o atraviesan situaciones de ansiedad, compartir la cama con un perro o un gato puede brindar una sensación de consuelo y estabilidad. La veterinaria Ana Fernández señaló a RPP que esta cercanía ayuda a liberar tensiones, reforzar el vínculo humano-animal y, según algunos estudios, incluso fortalecer el sistema inmunológico al exponernos a ciertos microorganismos de forma controlada.
Además, este tipo de convivencia nocturna genera una mayor conexión afectiva, sobre todo con mascotas que presentan miedo o estrés. Sin embargo, Fernández advierte que aunque existen beneficios, no es obligatorio compartir la cama para tener una buena relación con el animal.
RIESGOS A TOMAR EN CUENTA
Del otro lado, los riesgos no deben pasarse por alto. Dormir con mascotas puede facilitar el contagio de enfermedades zoonóticas como la sarna, infecciones por hongos o bacterias presentes en la piel o el pelaje. Para personas con asma o alergias, el contacto con el pelo —especialmente el de gato— puede agravar los síntomas respiratorios.
Sumado a los problemas de salud, algunos animales pueden desarrollar una dependencia emocional excesiva o creer que la cama humana es su territorio. “Una vez que el perro sube, asume que ese espacio también le pertenece”, explicó la especialista.
¿QUÉ HACER SI YA LO ACOSTUMBRASTE A DORMIR CONTIGO?
Si tu mascota no puede dormir sola o muestra ansiedad cuando no está contigo, podría ser una señal de dependencia. En estos casos, se recomienda acudir a un etólogo para implementar técnicas que refuercen la autonomía del animal sin afectarlo emocionalmente. Una opción útil es limitar su presencia en la cama a ciertos momentos, pero establecer su espacio propio para dormir.
Dormir con tu mascota puede ser una experiencia hermosa, siempre que se tomen medidas de higiene, prevención de enfermedades y respeto de los espacios. La clave está en equilibrar el cariño con la responsabilidad.