Una operación rutinaria de cataratas en el Reino Unido se transformó en una experiencia digna de archivo médico cuando los doctores descubrieron que una paciente tenía 27 lentes de contacto acumuladas en su ojo derecho. La mujer, de unos 70 años, no se había quejado de molestias visuales previas, aunque reconocía que a veces perdía lentillas sin saber dónde iban a parar.
Una “colección” ocular insólita
El hallazgo ocurrió cuando el anestesista Richard Crombie comenzó a preparar el ojo de la paciente para la intervención quirúrgica. En ese momento, encontré una masa azulada formada por 17 lentillas pegadas entre sí. Luego, durante un examen más detallado, se identifican otras 10 lentes adicionales escondidas en el mismo ojo. “Nunca habíamos visto algo así”, comentó con asombro la oftalmóloga Rupal Morjaria, una de las especialistas a cargo del caso.
El paciente usaba lentes de contacto desechables mensuales desde hacía 35 años, pero no está claro por cuánto tiempo había estado acumulándolas inadvertidamente. En varias ocasiones, aseguró que al intentar retirar la lente del ojo derecho no lograba encontrarla y simplemente asumía que la había perdido. En realidad, las lentes se iban sumando en el fondo del ojo como si fuera una especie de "almacenamiento ocular".
Afortunadamente, tras posponer la operación para evitar riesgos, la mujer regresó dos semanas después y se sometió exitosamente a la cirugía. Según los médicos, su ojo izquierdo estaba en perfecto estado, y creen que el ojo derecho tenía visión más pobre, lo que pudo contribuir a que no notara la acumulación. El caso ha sido descrito como uno digno de los libros de medicina, y deja una lección clara: nunca subestimes el poder del chequeo visual regular.
