El verano no solo trae días con mucho sol, también riesgos para la salud ocular por la exposición a los rayos ultravioleta (UV) y otros factores ambientales. Según el doctor Javier Cáceres, oftalmólogo del hospital Rebagliati de EsSalud, la sobreexposición a estos rayos puede causar daños permanentes en los ojos como cataratas, carnosidad o cáncer en los tejidos blandos de la vista.
Por ello, el uso de lentes de sol con filtro UV400 y polarizado es esencial para proteger los ojos de los rayos UV. “Debemos adquirirlos en lugares con garantía, ya que no todos los lentes ofrecen la protección necesaria”, advierte el doctor Cáceres. Además, se recomienda complementar su uso con gorras o sombreros para bloquear la luz directa.
Precauciones en playas y piscinas
Durante el verano, las playas y piscinas son los destinos más frecuentados, pero también representan un riesgo para la salud ocular. El contacto directo con el agua puede causar conjuntivitis o úlceras oculares micóticas.
Para evitarlo, el especialista recomienda usar gafas de natación y lavarse las manos con agua y jabón antes de tocarse los ojos. Además, se debe evitar el uso de lentes de contacto en estos escenarios, ya que pueden aumentar el riesgo de infecciones.
Aire acondicionado y sequedad ocular
El uso prolongado de aire acondicionado o ventiladores dirigidos al rostro puede causar resequedad ocular, otro problema común en verano. Para contrarrestar este efecto, los expertos sugieren el uso de lágrimas artificiales para hidratar los ojos. Asimismo, se recomienda no compartir productos de cuidado personal como cremas o máscaras de pestañas, ya que pueden ser fuentes de contaminación.
Síntomas de alerta
Si experimentas enrojecimiento, picazón o visión borrosa, es crucial acudir a un especialista de inmediato. Estos síntomas pueden indicar infecciones o daños más graves. Además, el viento, el polvo y la arena son factores que también pueden afectar la salud ocular, por lo que se recomienda limpiar e hidratar los ojos regularmente.
