La seguridad alimentaria en el Perú está en el centro del debate tras los resultados del Tercer Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en los Alimentos. Según el informe, realizado en cinco mercados de Lima y Callao, casi la mitad de los productos analizados supera los Límites Máximos de Residuos (LMR) establecidos por la normativa. Las fresas, una de las frutas más consumidas, destacan por contener niveles alarmantes de pesticidas.
MERCADOS BAJO LA LUPA
El estudio, liderado por el excongresista Jaime Delgado en colaboración con el laboratorio Mérieux Nutrisciences, publicado en Salud con Lupa, analizó fresas de mercados como Lobatón (Lince), San José (Jesús María), Magdalena (Magdalena del Mar), el Mercado Mayorista de Frutas (San Luis) y Minka (Callao). Los resultados son preocupantes:
- San José (Jesús María): Clorfenapir superó 13 veces los límites permitidos.
- Minka (Callao): Residuos de clorfenapir 7 veces mayores y fipronil en niveles peligrosos.
- Lobatón (Lince): Isocloseram 3,8 veces por encima del máximo permitido.
- Mercado Mayorista (San Luis): Clorfenapir 3,7 veces más de lo permitido y profenofos 1,6 veces superior.
- Magdalena: Clorfenapir 3,3 veces y fipronil 1,38 veces por encima de los límites.
LOS RIESGOS DE LOS PESTICIDAS EN LA SALUD
Entre las sustancias detectadas, el clorfenapir y el fipronil destacan por su alta toxicidad. El clorfenapir está vinculado a riesgos cancerígenos, mientras que el fipronil puede causar daño a la tiroides, riñones y hígado. Además, el isocloseram y el lufenurón, aunque menos estudiados, generan preocupación por su capacidad de bioacumulación y efectos sobre órganos clave.
Jaime Delgado advirtió que estos alimentos no son aptos para el consumo humano y cuestionó la falta de fiscalización en el uso de agroquímicos. “El abandono de los agricultores y la omisión de funciones por parte de las autoridades agravan esta crisis alimentaria”, afirmó. La falta de acción concreta del gobierno pone en riesgo la salud de millones de consumidores, mientras el uso indiscriminado de pesticidas continúa afectando la calidad de los alimentos y la seguridad pública.