Un reciente estudio ha revelado que el consumo de cafeína, presente en alimentos como el café, té y chocolate, podría tener un rol protector frente al Alzheimer y otros problemas de memoria. La investigación, que analizó a más de 260 pacientes mayores de 70 años, encontró que aquellos con una ingesta baja de cafeína tenían un riesgo 2,5 veces mayor de sufrir deterioro cognitivo leve o Alzheimer, en comparación con quienes consumían mayores cantidades.
UN VÍNCULO ENTRE LA CAFEÍNA Y LA SALUD CEREBRAL
El estudio, parte del proyecto BALTAZAR centrado en investigar el Alzheimer, examinó durante cinco años la ingesta de cafeína de los participantes, quienes también se sometieron a resonancias magnéticas y análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR). Los resultados mostraron que aquellos con un consumo diario inferior a 200 miligramos de cafeína, equivalente a unas dos tazas de café, presentaban mayores acumulaciones de proteínas beta-amiloides en el cerebro, un signo temprano de la enfermedad.
Sin embargo, no se observó un impacto significativo en la proteína tau, otro biomarcador del Alzheimer, sugiriendo que la cafeína podría influir principalmente en ciertos aspectos de la neurodegeneración. “Nuestros datos respaldan la asociación de un menor consumo de cafeína con un mayor riesgo de sufrir amnesia y otros problemas cognitivos”, concluyeron los autores.
LA MODERACIÓN ES CLAVE PARA APROVECHAR LOS BENEFICIOS
Si bien estos hallazgos abren la puerta a nuevos enfoques para prevenir el Alzheimer, los expertos advierten que no se debe consumir cafeína en exceso. La cafeína, aunque beneficiosa, puede interferir con el sueño, crucial para la salud cerebral. Además, muchas fuentes de cafeína, como las bebidas energéticas y el chocolate, contienen altos niveles de azúcar, lo cual podría ser perjudicial.
A pesar de estas advertencias, los resultados sugieren que un consumo moderado de cafeína, ya sea en el café matutino o en un té de la tarde, podría contribuir a mantener el cerebro saludable a largo plazo.