Quién hubiera imaginado que evitar que nuestros bebés se desarrollen en lugares poco higiénicos iba a ser perjudicial para su salud. De acuerdo con el prestigioso médico e investigador británico Mel Greaves, la leucemia linfática aguda (LLA) sería consecuencia de criar bebés en ambientes demasiado limpios, según un informe de El Comercio.
Este tipo de cáncer es una enfermedad de la sangre y ocurre cuando un linfocito (uno de los cinco tipos de glóbulos blancos) se vuelve maligno y se multiplica sin control dentro de la médula ósea.
Tras más de 35 años de investigación, el médico británico descifró que la leucemia linfática aguda se desarrolla en dos golpes genéticos. La primera se produce durante la vida intrauterina, e implica mutaciones genéticas que causan fusión de dos o más genes (fusión genética) o formación de copias extras de cromosomas (hiperdiploidia).
Según su teoría, la segunda mutación se da porque, al no estar expuesto a microbios comunes durante los primeros meses de vida, el sistema de defensa del menor no se desarrollaría normalmente; entonces, al enfrentarse posteriormente a otro microorganismo, reaccionaría anormalmente, causando la leucemia.
Para el galeno, esto sería eso es consecuencia de criar al menor en ambientes muy limpios y desinfectados. La LLA es más frecuente en naciones ricas que en pobres.