El último sábado, la presidenta Dina Boluarte realizó tres cambios en su Gabinete, entre ellos la designación de Juan José Santiváñez como nuevo ministro de Justicia, en reemplazo de Juan Alcántara. La medida ha generado posiciones divididas en el Parlamento, debido a que en marzo pasado Santiváñez fue censurado como titular del Ministerio del Interior por su cuestionada gestión en materia de seguridad ciudadana.
REFORMA Y OBJETIVOS EN LOS PRIMEROS 100 DÍAS
En una entrevista del diario Expreso, Santiváñez señaló que su llegada al Ministerio de Justicia responde a una “posición política” del Ejecutivo, con el fin de otorgar “mayor agilidad” a la gestión del sector. Entre sus prioridades, anunció acelerar la reforma de justicia, la construcción de nuevos penales y la reestructuración de centros de reclusión.
Asimismo, aseguró que “limpiará” el ministerio de “sectores caviares o de izquierda” que, según dijo, han buscado desvirtuar los esfuerzos del Estado en la lucha contra la delincuencia. También adelantó que reforzará la postura del Perú frente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, especialmente en temas relacionados con la ley de amnistía para militares y policías.
ENTRE EL RESPALDO Y LAS CRÍTICAS
El nuevo ministro restó importancia a las voces contrarias a su designación, señalando que provienen de sectores de izquierda que ven amenazados sus intereses. Por otro lado, destacó el respaldo recibido de autoridades como el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, así como de congresistas Edwin Martínez, Kira Alcarraz y Maricruz Zeta, entre otros.
Santiváñez enfatizó que, pese a la polémica, trabajará de manera coordinada con el Ejecutivo y diversas autoridades locales para impulsar proyectos legislativos que fortalezcan la seguridad y garanticen un acceso más ágil a la justicia en el país.