Anthony Pezer, un peruano de 27 años, vivió una experiencia aterradora el 26 de enero de 2025 al abordar un taxi en Punta Hermosa tras salir de la discoteca Amarea. El conductor, Ítalo Anco Campos, de 23 años, lo dopó y mantuvo inconsciente por más de dos horas, robándole aproximadamente 50,000 dólares, incluyendo dinero en cuentas bancarias, criptomonedas y objetos de gran valor emocional, como una cadena y un reloj Rolex, herencia de su padre fallecido. Ante la aparente indiferencia de las autoridades, Pezer decidió investigar por su cuenta, logrando identificar al responsable de este delito.
El taxista, conocido como “El Cochinito de Punta Hermosa”, operaba con una red criminal que dopaba a sus víctimas para despojarlas de sus pertenencias. Cámaras del Jockey Plaza captaron a Anco y su pareja, Sonia Caja Conde, usando el celular desbloqueado de Pezer para comprar en tiendas como Calvin Klein y Tommy Hilfiger. Pezer también descubrió transferencias no autorizadas, como 800 dólares a un local en Surquillo, y rastreó movimientos bancarios que revelaron la magnitud del robo. Su investigación lo llevó a conectar su caso con otras víctimas, como Gianfranco Torres y Enrique Medina, quienes sufrieron robos similares tras caer inconscientes en el taxi de Anco.
Una organización criminal que actúa en las sombras
La investigación de Pezer expuso una red de secuestros exprés que opera en las playas del sur de Lima, utilizando sustancias como escopolamina para neutralizar a sus víctimas. A pesar de las evidencias, la Cuarta Fiscalía Corporativa Penal de Surquillo clasifica estos casos como hurto simple, sin reconocer el crimen organizado. Anco, con denuncias previas por robo agravado y fraude informático, fue detenido en marzo por apropiarse de celulares, pero liberado rápidamente. Pezer identificó transferencias a cuentas vinculadas a Nayeli Cornejo, una figura que aparece en los casos de otras víctimas, evidenciando la coordinación de esta red criminal.
A pesar de las pruebas recopiladas por Pezer, incluyendo videos de seguridad y testimonios, la justicia avanza lentamente. Las víctimas, como Torres, quien perdió 48,000 soles, y Medina, despojado de 32,000 soles, coinciden en señalar a Anco como el responsable. La impunidad del taxista, quien presume en redes sociales su estilo de vida con ropa de marca comprada con dinero robado, ha generado indignación. La lucha de Pezer por justicia destaca la necesidad de una respuesta más efectiva de las autoridades para desmantelar esta organización criminal que sigue acechando en las calles de Lima.
