A 25 metros de profundidad, en pleno corazón de Lima, avanza sin descanso la máquina que promete transformar la movilidad de más de un millón de peruanos cada día. La tuneladora Delia, una estructura colosal de 120 metros de largo, continúa su recorrido desde San Juan de Dios hacia el Callao, abriendo paso al primer tren subterráneo del país: la Línea 2 del Metro de Lima y Callao. Este megatúnel unirá Ate con el puerto en solo 45 minutos, beneficiando directamente a 13 distritos de la capital.
Hasta la fecha, 19 de las 27 estaciones previstas están prácticamente concluidas en su fase civil, y otras avanzan firmemente en su acondicionamiento arquitectónico y urbano. Panorama tuvo acceso exclusivo a la nueva Estación Central, el núcleo de esta colosal red ferroviaria, donde ya se concluyeron los trabajos estructurales más pesados. En paralelo, se inicia la integración con el Metropolitano, lo que convertirá esta zona en un centro de conexión vital para Lima Metropolitana.
La marcha blanca se aproxima
En el tramo comprendido entre San Juan de Dios e Insurgentes, Delia continúa instalando anillos formados por dovelas —bloques de concreto prefabricado— que conforman el túnel por donde circularán los 42 trenes eléctricos. Mientras avanza, se finaliza la instalación de sistemas eléctricos, boletería, y acabados en estaciones como Manco Cápac, que será una de las primeras en entrar en funcionamiento durante la etapa de pruebas sin pasajeros, conocida como marcha blanca.
En superficie, ya se están liberando importantes vías antes ocupadas por las obras, como la avenida Garcilaso de la Vega, lo que marca una mejora tangible para el tránsito urbano. La Estación Central, ubicada debajo de Paseo Colón, muestra avances del 67% y pronto permitirá reestablecer por completo la circulación vehicular. Con más de 7 mil trabajadores directos involucrados en el proyecto, Lima está más cerca que nunca de contar con una red de transporte subterráneo moderna, segura y eficiente.
