Julio Tito Quispe (51) es un sujeto que podía pasar horas o días enteros acechando a su víctima, la cual era elegida por ciertas características, según su examen psicológico.
Este sujeto recorría las calles de Lima bajo la careta de un taxista normal, pero su objetivo real era buscar a su siguiente víctima, la cual debía ser una niña con aspecto vulnerable y sin supervisión de un adulto.
Al encontrar a su víctima, la secuestraba con engaños para, finalmente, violarlas. El llamado monstruo de Carapongo habría abusado de, por lo menos, cuatro niñas en los últimos cinco meses.