La extorsión se ha convertido en el delito criminal más rentable en el Perú, desplazando incluso a otras formas tradicionales de delincuencia. Este fenómeno, antes focalizado en zonas específicas, ahora se extiende implacablemente desde Tumbes hasta Ica, abarcando toda la franja costera del país.
Según cifras del Sistema de Denuncias Policiales, a los conocidos focos de Lima Metropolitana, Callao y La Libertad, se suman seis regiones más con un crecimiento alarmante de denuncias: Áncash (253), Ica (290), Lambayeque (361) y Tumbes (123), entre otras.
Juan Carvajal, analista de datos, advirtió que estos registros superan en hasta un 40% a los del mismo periodo del año anterior. “En estos cuatro primeros meses, prácticamente toda la costa, desde Tumbes hasta Ica, presenta un incremento significativo de denuncias por extorsión”, explicó.
ESPECIALISTA OPINA
Ricardo Valdez, exviceministro de Seguridad, coincide en que este delito ha desplazado a otros por su alta rentabilidad y bajo riesgo para los delincuentes. En Lima provincias, las denuncias también se han disparado. Solo en Huaral, Huaura y Cañete se registraron 494 denuncias en lo que va del año.
