La Agencia Meteorológica de Japón ha emitido una alerta sin precedentes tras un sismo de magnitud 7,1 el pasado 8 de agosto. Se insta a los residentes en áreas vulnerables a revisar sus preparativos ante desastres y mantenerse alertas, aunque aún no se han emitido órdenes de evacuación.
La fosa de Nankai, situada frente a la costa suroeste del Pacífico japonés, ha sido identificada como una región con alta actividad tectónica. La Agencia Meteorológica de Japón ha informado que, según estimaciones gubernamentales, existe una probabilidad del 70-80% de que ocurra un terremoto de magnitud entre 8 y 9 en los próximos 30 años. Este evento podría generar un potente movimiento de hasta 9,1, acompañado de tsunamis devastadores.
Este aumento en la probabilidad de un megaterremoto ha sido respaldado por un grupo de asesores que estudia la fosa de Nankai, quienes han señalado un incremento significativo en la actividad tectónica de la zona. La última gran actividad sísmica en esta región ocurrió en 1946, con un terremoto de magnitud 8 que causó un tsunami y dejó más de 1.300 muertos.
IMPACTO POTENCIAL EN PERÚ Y EL PACÍFICO SUR
La situación en Japón tiene implicaciones más allá de sus fronteras. En Perú, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) ha advertido sobre la alta probabilidad de un sismo de 8.8 grados frente a la costa central peruana en el futuro. Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP, ha enfatizado la necesidad de preparativos adecuados ante la eventualidad de un sismo de gran magnitud, señaló a RPP.
Además, autoridades chilenas han señalado que un megaterremoto en Japón podría generar un tsunami que tardaría más de 20 horas en llegar a la costa sudamericana. Manuel Monsalve, subsecretario del Interior de Chile, ha subrayado la importancia de considerar relevante la información proveniente de Japón, destacando el tiempo suficiente que se tendría para preparar una respuesta adecuada ante un posible tsunami, indicó a Publímetro.
En respuesta a las amenazas sísmicas, Perú realizará el segundo Simulacro Nacional Multipeligro del 2024 el próximo 15 de agosto. Este ejercicio, promovido por el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), se centrará en un sismo de magnitud 8.8 con epicentro en la costa central del país. El simulacro incluirá eventos secuenciales que simulan un escenario realista de desastre, con protocolos específicos de respuesta ante sismos, tsunamis y movimientos en masa.
Hernando Tavera explicó a Infobae que, de ocurrir un sismo de magnitud 9 o 9.5 en Japón, existe una alta probabilidad de que se desencadene un tsunami que llegue al litoral peruano. Perú y Japón, ambos situados en el Cinturón de Fuego del Pacífico, comparten un historial de actividad sísmica significativa y tsunamis que pueden cruzar el océano y afectar a otros continentes.
Los distintos tipos de tsunamis, dependiendo del epicentro del terremoto, incluyen locales, regionales y teletsunamis. Tavera destacó que, en caso de un teletsunami generado en Japón, las olas podrían atravesar todo el Océano Pacífico y afectar la costa peruana, subrayando la importancia de estar preparados ante esta eventualidad.