En conmemoración al Día de la Medicina Peruana, celebrado cada cinco de octubre en honor a Daniel Alcides Carrión, surge una preocupante realidad, la brecha de profesionales de la salud en el país. De acuerdo con datos del Ministerio de Salud (MINSA), en Perú se cuenta con 17 médicos por cada 10 mil habitantes, una cifra considerablemente inferior al estándar recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere un ideal de 43.
LA SITUACIÓN AL INTERIOR DEL PAÍS ES MÁS ALARMANTE
En regiones como Piura, Loreto, Cajamarca y Puno, la situación es aún más grave, con apenas 9 médicos por cada 10 mil habitantes, según el informe “Información de Recursos Humanos en el Sector Salud Perú 2021” del MINSA. Por otro lado, el Callao y Moquegua cuentan con 24 y 25 respectivamente.
Además, se revela que en el primer nivel de atención, 1 de cada 2 establecimientos de salud no cuenta con un médico. Frente a estas cifras, el Dr. Gerardo Ronceros Medrano, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de UPN, enfatizó la necesidad de abordar la escasez de médicos en el país y buscar una distribución más equitativa en las regiones y sus centros de salud. “Se requiere transformar la formación de los médicos en el país. Por ello, desde la academia, estamos dando los primeros pasos para educar a los profesionales que el Perú necesita para que cada ciudadano tenga acceso a una atención de calidad, desde el primer nivel, independientemente de su lugar de residencia o su condición económica”, declaró para Correo.
El Dr. Hernán Sepúlveda, Asesor Regional de Recursos Humanos para la Salud del Programa Subregional para América del Sur de la OPS/OMS, resaltó que una de las metas regionales de la Estrategia de Recursos Humanos en Salud de la Organización Panamericana de la Salud es que el 80% de las escuelas de ciencias de la salud reorienten su formación hacia la atención primaria de salud. Sepúlveda destacó que es necesario “formar recursos humanos para la salud con una visión integral, comprometida con la salud de las comunidades más vulnerables y con una fuerte inserción en la práctica de los servicios del primer nivel de atención”.