Este mediodía, el obispo de la Prelatura de Juli, monseñor Ciro Quispe, mediante un amplio comunicado hizo un llamado a la Paz, tras los violentos hechos registrados ayer en esta ciudad, capital de la provincia de Chucuito, región Puno. Quemaron una comisaría, una sede judicial y hubo varios heridos.
“Preocupado por la situación en la que nos encontramos desde hace más de dos meses, y que se agudizaron nuevamente esta semana, invito a las autoridades, civiles y militares, para que nos entendamos como un solo pueblo y juntos como hermanos busquemos la solución a los problemas”, señaló.
Protesta dejó 18 heridos
“El Pueblo Aymara y el Pueblo Puneño (…) ha sabido luchar por sus reivindicaciones sociales y por su anhelado desarrollo. Y la historia nos demuestra que, es el diálogo serio y maduro entre hermanos lo que nos permitirá abrir caminos de paz y bienestar”, indica en su documento Quispe López.
El enfrentamiento entre manifestantes y policías dejó al menos 18 heridos, 8 civiles y 10 agentes. Uno de los lesionados presenta herida de bala en el brazo, mientras que otros dos resultaron afectados por intoxicación por gas lacrimógeno, el resto presentó lesiones leves y fueron dados de alta.
