Estamos a solo dos años de nuestro Bicentenario, 200 años de ser un país libre e independiente, por eso en esta fecha tan importante conviene analizar cómo estamos como nación y cuánto hemos avanzado como sociedad.
Todos tienen una opinión distinta sobre el país, algunos piensan que hemos avanzado en una misma dirección, que intervenimos más en las decisiones de Estado, que ya no dejamos que la corrupción se imponga, que tomamos la calles ante cualquier irregularidad o que hemos aprendido a indignarnos.
Mientras otros creen que vivimos en una constante apatía, que somos permisivos a todo y que no sentimos al país como nuestro, de ahí la indiferencia, tal vez porque no hemos recibido nada de una nación que ha olvidado a muchos de sus ciudadanos.
En estas Fiestas Patrias, conviene meditar sobre nuestra realidad y comprender que solo nosotros podemos mejorar el país, pues somos responsables de esta nación. El cambio está en nosotros y no en los demás.