La huelga general de maestros del 2017 que paralizó las actividades educativas por casi tres meses tenían un reclamo esencial entre los docentes: ver incrementado su sueldo que por ese entonces era de 1,780 soles. El aumento se materializó y para noviembre de ese mismo año, el sueldo base de los profesores pasó a ser 2,000 soles.
Para este 2019, el gobierno ha destinado 820 millones de soles para un nuevo incremento salarial. En marzo, se producirá el primero y en noviembre el segundo haciendo que la remuneración base los maestros de escala I pase a ser de 2,200 soles por 30 horas de dictado de clases.
Entre el 2013 y el 2019 los sueldos de los docentes se incrementaron de 1,196 soles a 2,200, aun así, el sueldo de los educadores peruanos sigue siendo uno de los más bajos de la región.
Chile es el país vecino en donde mejor gana un maestro al recibir entre 1,174 dólares y 3,880 dólares dependiendo de sus años de experiencia. Solo en Colombia y Bolivia los maestros están por debajo de lo que gana un docente peruano. En estos países reciben entre 250 y 1,000 dólares en promedio.
Y aunque las comparaciones sean odiosas, vale la pena hacerla. Comparado con países de la OCDE, organismo al que Perú aspira pertenecer, el sueldo de nuestros maestros en ínfimo. En Luxemburgo, por ejemplo, un profesor gana hasta 8 mil dólares mensuales y Alemania no menos de 5 mil.
Para recuperar la brecha salarial de los maestros peruanos hace falta invertir, a mediano plazo, entre el 3 y 6 por ciento del PBI cada año. Una meta ambiciosa, pero no imposible. Teniendo en cuenta que se trata de una inversión en el futuro del país, queda en Agenda Pendiente.
