En el último año, la violencia del crimen organizado en Perú ha alcanzado niveles alarmantes, dejando miles de víctimas y sembrando el terror en la población. Las extorsiones, secuestros, sicariatos y ataques violentos se han multiplicado, involucrando a diversas bandas criminales que buscan apoderarse de territorios estratégicos.
PRINCIPALES BANDAS CRIMINALES Y SU EXPANSIÓN
Bandas como "Los Injertos del Norte", "Los Malditos de Carabayllo", "Los Pulpos" en Trujillo y "La Banda del Jorobado" en Lima Norte, han crecido significativamente. La migración de criminales venezolanos ha contribuido a este aumento, según el exjefe de la DIRCOTE, José Baella.
Uno de los grupos más notorios, "El Monstruo", está detrás de varios secuestros, siendo su rival El Jorobado, quien, aunque recluido, mantiene poder en las calles. En Trujillo, los secuestros también han aumentado, con bandas como Los Pulpos perpetrando actos despiadados como mutilaciones y asesinatos de las víctimas que no pagan los rescates.
Las empresas de transporte público, especialmente en zonas como San Juan de Lurigancho, han sido blanco de extorsiones violentas. Bandas como Los Malditos de Huascar han tomado control de rutas y han dejado mensajes de amenaza tras asesinar o herir a choferes.
LEY CONTRA LA CRIMALIDAD
En respuesta a esta ola de violencia, se propuso una ley de "Terrorismo Urbano", modificada luego a "Criminalidad Sistémica", que buscaría imponer penas de cadena perpetua a los responsables de delitos graves como sicariato y extorsión. Sin embargo, algunos expertos como Baella consideran que la ley debe ir acompañada de mejoras tecnológicas para la policía, que son esenciales para combatir eficazmente este crimen.
