En un lamentable giro de eventos que ha conmocionado a la comunidad educativa y más allá, un video difundido a través de redes sociales ha mostrado a estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) burlándose del asesinato de George Floyd.
Este incidente no solo ha provocado una ola de repudio por parte de la sociedad, sino que también ha puesto en tela de juicio los valores impartidos en una de las instituciones más prestigiosas de Perú.
Los estudiantes, identificados como miembros de la Facultad de Derecho, aparecen en la grabación haciendo comentarios despectivos y cantando frases asociadas con los últimos momentos de Floyd, lo cual ha generado una reacción inmediata tanto a nivel local como global.
Ante este reprochable acto, la PUCP no tardó en emitir un comunicado oficial rechazando cualquier forma de discriminación y confirmando que los implicados ya están siendo sometidos a procesos disciplinarios internos.
“Rechazamos enérgicamente las manifestaciones de odio, racistas y de cualquier forma de discriminación que atentan contra la dignidad humana y los valores fundamentales de nuestra universidad”, expresó la administración de la PUCP en el comunicado.
UNA VOZ ENTRE LOS IMPLICADOS
En medio de la controversia, una de las asistentes al evento ha emitido un comunicado personal en el que se desmarca de los actos ocurridos, alegando que nunca estuvo de acuerdo con la temática de la fiesta ni participó activamente en las burlas.
La joven explicó su presencia en el evento como parte de una relación pasada con el organizador, describiendo cómo su desconexión con las actitudes exhibidas en la fiesta fue uno de los catalizadores para terminar dicha relación.
"La muerte de Floyd me pareció condenable y estoy comprometida con la defensa de los derechos humanos", afirmó, destacando su desaprobación hacia las acciones de su ex pareja y su falta de alineación con sus posturas extremistas.
