La Semana Santa es la época del año en donde se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazareth, quien de acuerdo al Nuevo Testamento, murió clavado en una cruz de madera, para salvarnos a todos de nuestros pecados.
Sin embargo, una interrogante que hasta el sol de hoy no ha sido aclarada al 100% es, ¿Qué ocurrió con la cruz donde Jesús perdió la vida y dónde se encuentra? en la actualidad, son muchas las iglesias que aseguran tener un trozo de esta reliquia.
¿Dónde se encuentra la cruz?
En el libro "la historia de la iglesia", que se habría escrito en el siglo IV, se menciona que fue Elena, madre del emperador romano Constantino, quien encontró la también conocida como "vera cruz" en Jerusalén. Según algunas versiones, Elena encontró la cruz en el monte Gólgota, lugar donde el evangelio ubica la muerte de Jesús.
Se menciona que en total habían unas 3 cruces y con el fin de saber cuál era la verdadera, Elena colocó a una mujer enferma sobre cada una de ellas y la auténtica la que curó de su enfermedad a dicha persona. No obstante, otros relatos señalan que se identificó la cruz verdadera porque era la única con signos de haber sido utilizada para una crucifixión.
La tradición afirma que una parte de la cruz fue llevada a Roma por Elena, mientras que la otra permaneció en Jerusalén y con la expansión del cristianismo en Europa, pequeños fragmentos de la cruz habrían sido enviados a varias iglesias.
Uno de estos fragmentos se encuentra en la basílica de la Santa Cruz de Roma, en la catedrales de Nápoles y Génova en Italia, en el monasterio de Santo Toribio de Liébana, en España. Un pequeño trozo de esta reliquia también fue enviada al Perú por el papa Paulo III en 1540 y se encuentra en la Basílica de la Vera Cruz de Lima.
No obstante, diversos teólogos y científicos han rechazado dichas versiones, tal es el caso de Candida Moss, profesora de la Universidad de Birmingham, quien explicó en una entrevista a la BBC que es muy probable que los romanos hayan reutilizado la cruz "para otra crucifixión, en otro lugar y con otras personas".
Por su parte, Mark Goodacre, historiador de la Universidad de Duke, señala que los relatos sobre lo que ocurrió con la cruz de Jesús solamente surgieron en base al interés por las reliquias en los siglos III y IV y que los primeros cristianos en realidad no mostraban tanto interés en conservar estos objetos.