Alrededor de los 30 años de edad, algunas personas notan la aparición de manchas o arrugas, sobre todo en el rostro, con una piel reseca, sin elasticidad ni textura. A esto se le conoce como “fotoenvejecimiento” y ocurre cuando el adulto ha tenido una exposición prolongada e irresponsable a la radiación solar.
Para la Dra. Celia Moisés, dermatóloga del hospital Edgardo Rebagliati del Seguro Social de Salud (EsSalud), si bien el “fotoenvejecimiento” es un tema estético, este puede desencadenarse en un posible cáncer a la piel.
“La piel es el órgano más amplio y más expuesto al sol. Cuando la radiación ultravioleta recae constantemente sobre la capa más delgada (epidermis) provoca cambios en sus células y, poco a poco, enrojecimiento, ampollas, manchas oscuras o claras, evidencia de que nuestra piel está sufriendo un daño irreversible”, explicó la especialista.
Para retrasar el “fotoenvejecimiento” se recomienda aplicarnos el protector solar a diario, pero también seguir otras recomendaciones dermatológicas:
• Mantener una buena alimentación, con suficiente líquido, frutas y verduras. Por ejemplo: la piña, la papaya, el melón y la sandía.
• Utilizar ropa de trama muy tupida, especialmente algodón, para que nos proteja adecuadamente, así como gorros y lentes con protección UV.
• Reaplicar el protector solar al salir del agua, ya que un cuerpo húmedo capta mayor radiación solar.
• Evitar la sobre exposición a la radiación solar de 10:00 a.m. a 4:00 p.m.
La Dra. Moisés explicó también el proceso natural del envejecimiento de la piel. Recién a los 40 años deberían presentarse las primeras arrugas en las comisuras de la boca, en el canto de los ojos y en los pómulos; sin embargo, muchos presentan este aspecto desde los 30 años por un mal cuidado de la piel.
Más cuidado con los niños
Los niños y bebes que ya caminan tienen un doble problema y no todos los padres están atentos a esta situación. “De por sí están expuestos a la radiación por las actividades que realizan al aire libre; pero el peligro es todavía mayor ya que estos rayos caen al piso y rebotan hacia arriba, impactando más en los niños pequeños porque están más cerca al piso”, explicó la dermatóloga.
Entonces, son los niños de 1 a 7 años de edad quienes reciben la radiación con mucha más intensidad. Por eso, es importante que apneas observemos lesiones rojas sobre su piel, ardor, picazón o ampollas, desinflamemos la zona de inmediato, aplicando paños fríos y acudiendo a un especialista.