El pasado 3 mayo, el Sindicato de Empleados de SIDERPERÚ realizó un segundo plantón como medida a las exigencias aún no escuchadas por parte de la empresa siderúrgica, en el que el sindicato exige el cambio del Gerente de Personas, Christian Gálvez, debido a que él desconoce al sindicato y al secretario General Benjamín Villanueva.
Cabe señalar que, Christian Gálvez dejó de ir a las reuniones de trabajo mensuales con el sindicato, sin embargo, al interior del complejo realizó toda una campaña de desprestigio al secretario general para afectar su legitimidad según información de agremiados.
A pesar de este hecho, el plantón tuvo éxito, pues la empresa SIDERPERÚ-GERDAU, contestó la carta enviada por el sindicato, mencionando que, “el señor Christian Gálvez tiene el total apoyo y respaldo de ellos, y la empresa no desea removerlo porque lo considera personal de confianza. Por su parte, la empresa justificó arbitrariamente que Gálvez reaccionó en forma ética al no asistir a las reuniones mensuales y delegó la responsabilidad a Milagros Salas y Walther Castromonte, pues su asistencia caería en “conflicto de intereses”.
Al respecto, el sindicato rechaza esta afirmación, pues ellos manifiestan que han querido llegar a consensos, con la empresa, y no han podido conseguirlo.
Sindicato descarta demanda
Asimismo, el sindicato aclara que, en ningún momento, demandó penalmente a Christian Gálvez y que la demanda es del SEPS contra la empresa, siendo este un procedimiento legal para resolver conflictos, cuando no hay acuerdos entre las partes. Por tal motivo, ningún Gerente de Personas de las empresas demandadas judicialmente, renuncian a ejercer plenamente sus funciones.
Sin embargo, SIDERPERÚ-GERDAU también solicitó al sindicato, a ser más reflexivos y que analicen la actitud de sus acciones, por la problemática con el Gerente de Personas que se viene suscitando.
Ante esto, el sindicato mostró su inevitable indignación haciendo recordar que la empresa fue la que llevó al gremio sindical a un arbitraje, vulnerando sus derechos laborales; y la baja del 10% de sus remuneraciones durante la pandemia, sin previo aviso ni acuerdo de las partes. Situación deplorable por parte de la empresa y muy dura para los trabajadores.
De esta manera, las acciones de la empresa generaron descontento y desconfianza al sindicato, por lo que ellos en su asamblea próxima, evaluarían realizar una paralización de 24 horas en la búsqueda de la protección de sus derechos.