Asistentes a la discoteca Thomas Restobar, en Los Olivos, donde anoche una intervención policial dejó 13 muertos, aseguran que los efectivos usaron gas lacrimógeno y realizaron disparos para dispersar a los asistentes. Sin embargo, estas versiones han sido negadas por el Ministerio del Interior.
"Los policías ingresaron al local y volvieron a salir y cerraron la puerta. Se escuchaba que las chicas gritaban que había balazos dentro de la discoteca. Los mismos oficiales habían tirado balazos y una bomba lacrimógena", contó una asistente a la fiesta.
"Al ver eso, las chicas y los chicos han bajado al primer piso y el policía les cerró la puerta para que no salgan. Todos se han ido encima y se han empezado a asfixiar, ya no se podía abrir la puerta", agregó la joven que temblaba de los nervios.
Por otro lado, un muchacho, entre lagrimas, que se identificó como amigo de uno de los fallecidos, dijo a RPP: "Parece que la Policía ha entrado y les ha tirado bomba lacrimógena y los ha encerrado, y parece que esa gente ha muerto asfixiada".