Lo veíamos todas las noches, luciendo entre otras cosas sus mejor sonrisa, como siempre sin pelos en la lengua y diciéndolo todo de frente. Nuestro querido Galdós que apenas pasa el metro 70 no es el típico pepón de televisión que busca ser recordado como un mediático conductor.
Carlos Galdós es mucho más que eso, es el único loco suelto que ha tenido el coraje de hacer radio, teatro y televisión riéndose de si mismo en cada escenario que se presentó, y es que el chico de la mamá menopáusica convirtió las vivencias de su casa y entorno en espejos donde cada uno de nosotros alguna vez se ha visto reflejado.
Todos los que han trabajado de cerca con Galdós tienen las mejores referencias de él y más allá de la chacota muestran un gran cariño hacia su persona. Los colaboradores de La Noche es Mía afirman que con Galdós no existe el trabajo pesado sino que con él toda chamba es divertida.
Así es Carlos Galdós, hoy nos dice Adiós en La Noche es Mía pero se queda en nuestro Corazón por siempre como el chico rebelde de la vida.