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Hace 7 horas

¿Los gatos maúllan más a los hombres que a las mujeres? Un estudio revela que no es casualidad

Una investigación publicada en Ethology revela que los felinos domésticos vocalizan con mayor frecuencia cuando interactúan con cuidadores masculinos por este motivo.

¿Los gatos maúllan más a los hombres que a las mujeres? Un estudio revela que no es casualidad

Una investigación publicada en Ethology revela que los felinos domésticos vocalizan con mayor frecuencia cuando interactúan con cuidadores masculinos por este motivo.




Puede que no sea solo una sensación: los gatos no se comunican igual con todo el mundo. Un nuevo estudio científico sugiere que los felinos domésticos maúllan más y de forma más insistente cuando se dirigen a hombres que cuando interactúan con mujeres. La explicación sería tan simple como reveladora: los gatos ajustarían su comunicación al considerar que los hombres responden menos a señales sutiles.

La investigación, publicada en la revista Ethology, analizó el comportamiento de 31 gatos en sus propios hogares entre 2022 y 2024. Para evitar interpretaciones subjetivas, los dueños llevaron pequeñas cámaras en el pecho que grababan los primeros cinco minutos tras su llegada a casa, mientras interactuaban con sus mascotas de manera natural.

Más maullidos cuando llega un hombre

Los resultados mostraron un patrón. De acuerdo con datos recogidos por The New York Times, los cuidadores masculinos recibieron en promedio 4,3 vocalizaciones —entre maullidos, ronroneos o chirridos— durante los primeros 100 segundos tras entrar a casa. En el caso de las mujeres, el promedio fue de 1,8.

Esta diferencia se mantuvo constante sin importar la edad, raza o sexo del gato, ni el tamaño del hogar. De los 22 comportamientos felinos identificados por el equipo liderado por Yasemin Salgırlı Demirbaş, de la Universidad de Ankara (Turquía), solo las vocalizaciones mostraron una variación significativa según el género del cuidador.

Levantar la cola, frotarse contra las piernas o bostezar fueron conductas comunes en ambos casos, pero maullar fue más frecuente cuando llegaba un hombre. La hipótesis es que los gatos perciben una menor respuesta a señales corporales discretas y, por ello, “suben el volumen” para asegurarse de ser atendidos.

No es hambre: es interacción social

El estudio también desafía la idea del llamado “amor por la despensa”, según la cual los gatos se muestran cariñosos solo cuando esperan comida. De acuerdo con ZME Science, los investigadores comprobaron que los comportamientos asociados a la alimentación no estaban vinculados a las vocalizaciones de saludo.

En otras palabras, los gatos no maullaban más por hambre, sino por el deseo de interacción social.

Un comportamiento que se adapta al humano

Los autores advierten que los resultados provienen de una muestra reducida y localizada en Turquía, donde factores culturales y roles de género podrían influir en la interacción humano-animal. Además, no se controlaron variables como el tiempo de ausencia del cuidador o el nivel de hambre del gato.

Aun así, la conclusión es clara: los gatos observan, aprenden y ajustan su comunicación según la persona con la que interactúan. Si las señales sutiles no funcionan, recurren a una estrategia más directa.

Así que la próxima vez que tu gato te reciba con una pequeña “serenata”, puede que no sea drama ni reclamo de comida. Tal vez solo esté adaptando su mensaje a su audiencia. En el idioma gato-humano, a veces, hablar más fuerte es la forma más eficaz de decir: “ya llegaste”.


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