Un nuevo hallazgo astronómico pone fin al misterio en torno al objeto interestelar 3I/ATLAS. El radiotelescopio MeerKAT, en Sudáfrica, detectó por primera vez una señal de radio asociada al cometa, confirmando que se trata de un cuerpo natural y no de una estructura artificial, como sugerían teorías difundidas por el astrofísico Avi Loeb y replicadas en redes sociales.
¿QUÉ DETECTÓ REALMENTE MEERKAT?
El 24 de octubre, cinco días antes de que 3I/ATLAS alcanzara su perihelio, el radiotelescopio MeerKAT registró líneas de absorción en frecuencias de 1665 y 1667 MHz, asociadas a radicales hidroxilo (OH). Estas moléculas se generan cuando la luz solar descompone el agua, un proceso típico y natural en cometas. La detección, publicada en The Astronomer’s Telegram, refuta la teoría de que el objeto sea una nave metálica o una estructura artificial, hipótesis sostenida por Loeb incluso en su paso por el pódcast de Joe Rogan.
MeerKAT había intentado capturar esta señal dos veces sin éxito en septiembre, pero la geometría favorable de octubre —con el cometa más cercano al Sol— permitió finalmente registrar la absorción. Los astrónomos destacan que estructuras artificiales no producen este tipo de firmas químicas.
COMETA INTERESTELAR EXCEPCIONAL
Aunque 3I/ATLAS no es una nave espacial, sigue siendo un objeto extraordinario. Es apenas el tercer visitante interestelar conocido, y su antigüedad estimada supera los 7 mil millones de años, lo que lo convierte en uno de los cuerpos más antiguos jamás observados en el sistema solar. Según observaciones del telescopio James Webb, su composición incluye una proporción inusualmente alta de dióxido de carbono y apenas un 4% de agua, aunque otras investigaciones sí han detectado desgasificación acuosa.
Estas aparentes contradicciones no son evidencia de tecnología extraterrestre, sino parte de la complejidad química de cometas originados fuera del sistema solar. Como destacó la astrónoma Laura Nicole Driessen, imaginar naves puede eclipsar los enormes aportes científicos que estos objetos brindan sobre la formación de sistemas planetarios lejanos.
TEORÍAS DESBARATADAS
Las teorías conspirativas sobre fragmentación, despliegue de sondas o maniobras no naturales fueron rápidamente descartadas por especialistas como Qicheng Zhang, del Observatorio Lowell, quien afirmó que todas las imágenes muestran “un cometa normal y estable”. Otros expertos, como Jason T. Wright, han cuestionado directamente las interpretaciones de Loeb, señalando errores de base en su lectura de la ciencia planetaria.
Mientras 3I/ATLAS continúa su viaje —con un acercamiento a la Tierra el 19 de diciembre y otro a Júpiter el 16 de marzo de 2026—, la evidencia científica se impone una vez más sobre las especulaciones. Y como recordaba Carl Sagan: “las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias”.

