Un grupo independiente de seguridad alimentaria respaldado por la ONU declaró este martes que la Franja de Gaza atraviesa una hambruna oficial, la primera reconocida en el territorio en medio del conflicto entre Israel y Hamás. Según el informe, más de 500 mil gazatíes enfrentan condiciones "catastróficas" de hambre, indigencia y muerte, un escenario descrito como predecible y evitable.
BLOQUEO DE ALIMENTOS
El alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, acusó al Gobierno de Israel de ser directamente responsable de la crisis. Según denunció, las autoridades israelíes restringieron la entrada y distribución de ayuda humanitaria, lo que convierte el uso del hambre en un "crimen de guerra". Asimismo, el secretario general adjunto para asuntos humanitarios, Tom Fletcher, sostuvo que la hambruna se ha usado como "arma de guerra", pese a que alimentos y medicinas se encuentran a pocos metros de Gaza, del lado israelí de la frontera.
ISRAEL RECHAZA LA DECLARACIÓN DE LA ONU
El Ministerio de Exteriores israelí negó la existencia de hambruna y calificó el informe de la CIF como una "campaña fraudulenta" atribuida a Hamás. No obstante, datos verificados señalan que en el norte de Gaza el 30% de los hogares ya se encuentra en fase 5 de hambruna crítica, con proyecciones que aumentarán al 35% en septiembre. En las gobernaciones de Deir al Balah y Jan Yunis, los índices ya superan el 20% y 25%, acercándose también al umbral máximo.
GUTERRES: “UN FRACASO DE LA HUMANIDAD”
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó la situación en Gaza como un "infierno viviente" y responsabilizó a Israel de no cumplir con sus obligaciones internacionales como potencia ocupante. Pidió un alto el fuego inmediato, la liberación de rehenes y un acceso pleno a la ayuda humanitaria. Hasta la fecha, más de 62 mil palestinos han muerto y 157 mil han resultado heridos desde el inicio del conflicto, mientras miles han perdido la vida en su búsqueda desesperada de alimentos.