En declaraciones desde Turnberry, Escocia, el presidente Donald Trump reconoció públicamente que la situación en Gaza es crítica y que existe una “hambruna real”. Anunció la creación de centros de alimentos impulsados por Estados Unidos y aliados internacionales, desmarcándose de su par israelí, Benjamín Netanyahu.
CENTROS DE ALIMENTOS EN GAZA
“Vamos a proporcionar fondos y comida de buena calidad”, afirmó Trump, quien señaló que el acceso será libre, “sin barreras ni vallas”. El anuncio llega en medio del bloqueo de ayuda impuesto por Israel, que complica el ingreso de camiones con suministros y la distribución interna. Según el PMA, una cuarta parte de la población en Gaza sufre condiciones cercanas a la hambruna.
Trump también responsabilizó parcialmente a Israel por impedir la entrada de ayuda, aunque pidió nuevamente a Hamás liberar a los rehenes para facilitar las negociaciones. Las imágenes de gazatíes clamando por alimentos, dijo, reflejan “una tragedia que no se puede fingir”.
NETANYAHU NIEGA CRISIS
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha negado la existencia de hambruna en Gaza, pero informes de la ONU, el Programa Mundial de Alimentos y organizaciones humanitarias contradicen esa postura. Las trabas burocráticas y de seguridad impuestas por las Fuerzas de Defensa de Israel han generado demoras de hasta 46 horas para que los convoyes distribuyan la ayuda.
Además, grupos de derechos humanos como B’Tselem y Médicos por los Derechos Humanos de Israel han calificado la ofensiva israelí como “genocidio”, por los efectos devastadores sobre la población civil y el colapso del sistema de salud en Gaza. Por su parte, el primer ministro británico Keir Starmer expresó su “indignación” por la situación y pidió acciones concretas. Trump, en respuesta, se comprometió a “salvar vidas” con el apoyo de “naciones amigas”.
