El papa León XIV eligió vacacionar este verano en Castel Gandolfo, una histórica residencia papal valuada en más de mil millones de euros. La decisión fue confirmada por fuentes del Vaticano y marca el retorno de un símbolo clásico del papado. La propiedad está ubicada a 25 minutos de Roma.
Este anuncio contrasta con la línea de austeridad que impulsó su antecesor, el papa Francisco, quien evitó utilizar este tipo de residencias. Castel Gandolfo había sido transformado en museo como parte de una visión de cercanía y humildad. Ahora, el nuevo pontífice retoma su uso original.
Durante siglos, el palacio sirvió como lugar de retiro y oración para pontífices como Pío XII, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Allí celebraban el Ángelus dominical y convivían con los pobladores locales. Sin embrago, en la última década, había permanecido cerrado al uso papal.
TIENE UN ÁREA DE MÁS DE 500 MIL METROS CUADRADOS
Según estimaciones recientes de medios italianos, el valor de la residencia oscila entre mil y dos mil millones de euros. Esto se debe a que tiene 550 mil metros cuadrados y por su ubicación privilegiada en las colinas albanas. Su reapertura como residencia vacacional ha generado amplio debate.
Aunque no se ha informado cuánto tiempo permanecerá allí el papa ni qué actividades realizará, su decisión ya ha provocado reacciones dentro y fuera del Vaticano. Algunos la interpretan como un retorno a las formas tradicionales del papado, otros critican el contraste con la línea anterior y la opulencia en la Santa Sede.
