Los Ángeles vivió un fin de semana marcado por intensas protestas contra las redadas migratorias realizadas por el ICE. Los disturbios terminaron con 56 detenidos y un choque político entre el gobierno federal y las autoridades estatales.
VIOLENCIA, ARRESTOS Y ESTADO DE EMERGENCIA
Las manifestaciones comenzaron el viernes tras conocerse que el ICE había detenido a 44 migrantes en distintos puntos de la ciudad. Durante el sábado y domingo, los enfrentamientos dejaron 56 detenidos por ataques a la policía, bloqueos de autopistas y uso de objetos incendiarios. Entre los incidentes más graves figuran el lanzamiento de un cóctel Molotov y un ataque con motocicletas a oficiales del LAPD, según informó el jefe policial Jim McDonnell.
El LAPD declaró como “asamblea ilegal” el centro de la ciudad, mientras que la Patrulla de Caminos de California arrestó a 17 personas en la autopista 101. La policía advirtió en redes sociales que respondería con “fuerza adecuada” si continuaban los ataques, incluyendo el uso de municiones menos letales para dispersar a los manifestantes.
CHOQUE POLÍTICO POR LA GUARDIA NACIONAL
La situación escaló cuando el presidente Donald Trump ordenó desplegar más de 2 mil efectivos de la Guardia Nacional en Los Ángeles. El gobernador de California Gavin Newsom rechazó la medida por falta de coordinación estatal y anunció una demanda federal contra la Casa Blanca. “Trump ha creado las condiciones de violencia con su imposición militar”, señaló en entrevista televisiva.
La vicegobernadora Eleni Kounalakis respaldó la acción legal y cuestionó el despliegue, alegando que las fuerzas locales podían controlar la situación. En respuesta, Trump publicó en Truth Social: “El muy respetado Jim McDonnell debería desplegar tropas ya mismo”. Además, el Mando Norte del Ejército confirmó que 500 marines están en alerta para intervenir si es necesario.
