Una excavación en un predio del barrio Coghlan, en Buenos Aires, reveló un hallazgo tan impactante como inesperado: huesos humanos fueron descubiertos en el terreno donde funcionaba una casa de dos pisos, actualmente demolida para dar paso a un edificio. En ese mismo lugar residió el músico argentino Gustavo Cerati entre 2001 y 2003, lo que ha despertado aún más interés público por el caso.
SE REVELAN DATOS
El hallazgo ocurrió el pasado 20 de mayo cuando obreros que trabajaban en la construcción notaron que, al desprenderse un bloque de tierra cerca de una medianera, quedaron expuestos restos óseos humanos. Según las primeras pericias, se trata de una persona joven, menor de 30 años y de contextura robusta. Elementos encontrados en el sitio, como vestimenta, indican que el entierro habría tenido lugar en la década de 1990.
La investigación está a cargo del fiscal nacional Martín López Perrando, quien ordenó suspender la obra de inmediato para realizar el levantamiento forense. Aún no se ha podido determinar el sexo de la víctima, pero los próximos análisis buscarán obtener información clave como la estatura, edad precisa, causas de muerte, posibles enfermedades o lesiones, y material genético para una eventual identificación por ADN.
HISTORIA DE LA CASA
El inmueble donde se produjo el hallazgo fue propiedad de Marina Olmi, hermana del actor Boy Olmi, quien lo compró hace tres décadas. Antes, la casa perteneció al hijo de una mujer alemana llamada Olga Schuddekopf, y funcionó durante un tiempo como geriátrico y también como capilla. Entre 2001 y 2003, Gustavo Cerati alquiló la vivienda, utilizándola como espacio creativo junto a otros músicos. Aunque no hay indicios que vinculen al artista con el caso, la coincidencia cronológica y espacial ha reactivado el interés mediático en torno al descubrimiento.
