En un tono que mezcló humor con política, el presidente estadounidense Donald Trump volvió a acaparar titulares al bromear sobre convertirse en el nuevo líder de la Iglesia católica. Las declaraciones se dieron a pocos días del cónclave que elegirá al sucesor del fallecido papa Francisco.
“VEREMOS QUÉ PASA”, DIJO TRUMP SOBRE EL CÓNCLAVE
Durante una conferencia en la Casa Blanca, Trump comentó que no tiene favoritos para convertirse en el próximo papa, pero destacó la figura del cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York. “No sé, no tengo preferencia, pero debo decir que hay un cardenal de un lugar llamado Nueva York que es muy bueno. Veremos qué pasa”, dijo, antes de afirmar entre risas que él mismo sería una gran opción: “Me gustaría ser papa. Esa sería mi opción número uno”.
Las palabras del presidente han generado reacciones diversas, especialmente por producirse en medio de un proceso de sucesión papal que despierta atención mundial. El cónclave iniciará el 7 de mayo con la presencia de diez cardenales estadounidenses.
LOS NOMBRES FUERTES DEL VATICANO
Además de Dolan, otros cardenales estadounidenses suenan como “papables” en esta elección. Entre ellos figuran Raymond Burke, identificado con el ala más conservadora del clero, y Robert Prevost, un cardenal hispanohablante cercano al papa Francisco y actual prefecto del Dicasterio para los Obispos.
Dolan ya participó en el cónclave de 2013 y recibió dos votos en aquella ocasión. Su figura vuelve a cobrar fuerza en este proceso, aunque la posibilidad de que Trump entre al Vaticano como pontífice, por ahora, no pasa de ser una provocación más del mandatario.
