La Casa Blanca vive un nuevo escándalo luego de que Mike Waltz, asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, admitiera haber añadido por error a un periodista al grupo privado de mensajería donde se discutía una operación militar en Yemen. El incidente, que involucró información sensible sobre ataques contra los rebeldes hutíes, ha encendido alarmas sobre la seguridad en las comunicaciones del alto mando estadounidense.
FILTRACIÓN EN CHAT SECRETO
El periodista en cuestión es Jeffrey Goldberg, editor en jefe del medio The Atlantic, quien reveló en un artículo que fue incluido a inicios de marzo en un grupo de Signal titulado Houthi PC small group. En ese espacio se compartían detalles confidenciales sobre una posible ofensiva en Yemen. Goldberg explicó que recibió los mensajes desde una cuenta registrada a nombre de Mike Waltz, aunque aseguró que no tenía contacto previo con él.
El chat también contenía a figuras clave del gobierno de Trump como el vicepresidente JD Vance, el secretario de Defensa Pete Hegseth, el secretario de Estado Marco Rubio y la directora Nacional de Inteligencia Tulsi Gabbard. La filtración provocó una inmediata reacción de la administración republicana, que ya investiga cómo pudo ocurrir semejante error en un entorno de alto nivel.
TRUMP RESPALDA A WALTZ
En declaraciones a Fox News, Waltz reconoció: “Asumo toda la responsabilidad. Yo hice el grupo. Es vergonzoso”. Sin embargo, también lanzó duras críticas a Goldberg, calificándolo como “la mayor escoria entre los periodistas” y negando haberlo tenido registrado entre sus contactos. “Lo conozco solo por su horrible reputación. No le envié ningún mensaje”, aseguró.
A pesar de la controversia, el presidente Trump declaró a NBC News que no piensa remover a Waltz de su cargo. “Es un buen hombre y ha aprendido la lección”, señaló el mandatario, tratando de poner fin al escándalo que ahora compromete la gestión de información clasificada en su gabinete.