Un hecho inusual encendió las alarmas en la periferia sur de Buenos Aires. Este jueves, el arroyo Sarandí, ubicado en el municipio de Avellaneda, amaneció teñido de un rojo intenso, sin que hasta el momento se conozcan las causas. La situación ha generado inquietud entre los vecinos, quienes temen que se trate de un episodio de contaminación ambiental.
¿POR QUÉ CAMBIÓ EL COLOR DEL AGUA?
El arroyo Sarandí desemboca en el Río de la Plata y atraviesa una zona donde se encuentra una reserva ecológica y numerosas viviendas. De acuerdo con los residentes, el agua no solo cambió de color, sino que también desprende un fuerte olor nauseabundo.
Ante la preocupación ciudadana, autoridades municipales y la Secretaría de Ambiente de la provincia de Buenos Aires han tomado muestras del agua para analizarlas. Se espera que los estudios determinen si el fenómeno es consecuencia del vertido de sustancias químicas o de otro tipo de agente contaminante.
CASO SIMILAR EN LIMA
El episodio en Argentina recuerda lo ocurrido el último martes en Lima, Perú, cuando ciudadanos reportaron que un tramo del río Rímac presentaba una coloración rojiza. Usuarios en redes sociales compartieron imágenes del fenómeno, visible desde el puente Trujillo hasta la alameda de Chabuca Granda.
Dado que el río Rímac es una fuente clave de abastecimiento de agua potable para Lima y Callao, la situación generó gran preocupación. Sin embargo, Sedapal, la empresa encargada del suministro, aseguró que la calidad del agua potable no se ha visto afectada.
Las autoridades en Buenos Aires siguen investigando el caso del arroyo Sarandí, mientras crece la incertidumbre sobre la posible relación entre ambos episodios.
