El presidente de Chile, Gabriel Boric, solicitó "más humildad" a su homólogo argentino, Javier Milei, en medio de una nueva tensión diplomática entre ambos países. Las declaraciones de Boric surgieron después de que el ministro argentino Luis Caputo calificara al mandatario chileno de "comunista" durante una entrevista.
UN LLAMADO A LA HUMILDAD Y RESPETO INSTITUCIONAL
Boric expresó que las relaciones entre Chile y Argentina deben estar marcadas por el respeto mutuo, recordando la importancia de las instituciones más allá de las figuras presidenciales. “Hay que tener un poquito más de humildad, porque nosotros los presidentes pasamos, pero las instituciones y los pueblos quedan”, afirmó Boric.
El mandatario chileno también subrayó la hermandad histórica entre ambos países, pero insistió en la necesidad de preservar el decoro y la investidura presidencial. "Argentina para mí y para todos nuestros compatriotas es un país hermano", añadió, en un mensaje que buscó equilibrar la crítica con un tono conciliador.
La Cancillería chilena actuó rápidamente, presentando una carta de protesta formal a la embajada argentina en Santiago. En el documento, el gobierno de Chile rechazó las declaraciones de Caputo, calificándolas de inapropiadas y perjudiciales para las relaciones bilaterales.
A pesar de las críticas, Javier Milei respaldó las palabras de su ministro, lo que intensificó el malestar en el gobierno chileno. Esta postura generó un nuevo impasse entre ambos países, que mantienen una relación histórica, aunque no exenta de tensiones ocasionales.
SOBRE LAS DECLARACIONES DE MILEI Y SU GABINETE
Las declaraciones de Caputo no fueron el único tema controversial. Días antes, Javier Milei calificó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como un "dictador criminal" tras el arresto de un gendarme argentino en territorio venezolano. "Exigimos su liberación inmediata y agotaremos todas las vías diplomáticas para devolverlo sano y salvo a la Argentina", declaró Milei en un discurso contundente.
La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, también elevó el tono al calificar la detención como "un acto casi de guerra". Este episodio, sumado a las recientes tensiones con Chile, evidencia la línea dura de Milei en política exterior, lo que ha generado diversas reacciones en la región.
