La población mundial de jirafas enfrenta una grave amenaza debido a la pérdida de hábitat, la caza furtiva, la urbanización y el impacto del cambio climático. Ante esta crisis, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos ha propuesto incluir varias especies de jirafas en la lista de especies amenazadas o en peligro de extinción, lo que marca por primera vez que estos mamíferos africanos recibirían protección federal bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
“Las protecciones federales para las jirafas ayudarán a proteger una especie vulnerable, fomentarán la biodiversidad, apoyarán la salud del ecosistema, combatirán el tráfico de vida silvestre y promoverán prácticas económicas sostenibles”, indicó Martha Williams, directora del Servicio de Pesca y Vida Silvestre.
La propuesta incluye a tres subespecies de jirafas del norte (África occidental, Kordofán y Nubia) cuya población ha disminuido en un 77% desde 1985, pasando de 25,653 a solo 5,919 individuos. Asimismo, en África oriental, se busca incluir a la jirafa reticulada y la masái en la categoría de especies amenazadas.
ALARMANTES CIFRAS
A nivel mundial, las cifras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) reflejan una alarmante disminución de las poblaciones de jirafas. En 1985 se estimaba una población de 155 000 ejemplares en estado salvaje; para 2016, esta cifra cayó a aproximadamente 97 500.
Entre las principales causas de este declive se encuentran la pérdida de hábitat, los conflictos humanos y la caza furtiva. Estados Unidos también desempeña un papel significativo en esta problemática, al importar cerca de 40,000 productos derivados de jirafas durante una década, principalmente como trofeos de caza.
A pesar del desolador panorama, existen indicios de recuperación en algunas áreas. Por ejemplo, las poblaciones de jirafas masái en Tanzania y el sur de Kenia han experimentado un crecimiento del 44% en los últimos siete años, alcanzando aproximadamente 45,000 ejemplares.