La Universidad de Münster ha concluido un innovador experimento sobre la semana laboral de cuatro días en Alemania, en el que participaron 45 empresas. Durante seis meses, los empleados trabajaron menos horas sin reducir sus salarios, y los resultados preliminares parecen prometedores: muchos empleados experimentaron menos estrés, reportaron mejoras en su salud mental y mantuvieron su nivel de productividad.
MENOS DÍAS DE TRABAJO, MENOS ESTRÉS
El estudio, liderado por la catedrática Julia Backmann, investigó si reducir la semana laboral podía mejorar el bienestar de los empleados sin sacrificar resultados. Los datos obtenidos fueron sorprendentes: los trabajadores mostraron una mayor satisfacción y bienestar, y en algunos casos, incluso aumentaron su productividad. Los niveles de estrés, medidos con relojes inteligentes y muestras de cabello, indicaron una reducción significativa. Además, dos de cada tres empleados reportaron menos distracciones, y la mayoría de las empresas reorganizaron las reuniones para hacerlas más breves y menos frecuentes.
“Cuando se eliminan procesos complicados y se reducen reuniones, el potencial de una semana más corta emerge claramente”, afirmó Carsten Meier, de la consultora Intraprenör, uno de los colaboradores del estudio.
CRÍTICAS AL IMPACTO DE LA SEMANA DE CUATRO DÍAS
Sin embargo, el concepto de una semana laboral de cuatro días no está exento de críticas. Enzo Weber, experto en empleo de la Universidad de Ratisbona, señaló que los resultados podrían no ser representativos, ya que las empresas participantes ya eran favorables a esta práctica. Además, argumentó que la reducción de horas podría causar una intensificación del trabajo y afectar la creatividad y comunicación en el entorno laboral.
Steffen Kampeter, de la asociación patronal BDA, también cuestionó la viabilidad de una semana de cuatro días con el mismo salario. “Para muchas empresas, esto sería un aumento salarial que no pueden permitirse”, advirtió, especialmente en un mercado global competitivo.
¿ES VIABLE UNA SEMANA LABORAL MÁS CORTA?
Aunque los resultados iniciales parecen positivos, la investigadora Julia Backmann aclaró que el estudio no pretende promover una implementación masiva de la semana laboral de cuatro días. Más bien, busca ofrecer una alternativa innovadora que explore los beneficios y desafíos de una jornada laboral reducida. La experiencia en Alemania podría abrir camino a más estudios y a un debate amplio sobre la viabilidad de esta propuesta en el futuro laboral.