El papa Francisco celebró una multitudinaria misa al término de una corta visita a Marsella (sureste de Francia), desde donde llamó a todas las naciones de Europa a la "responsabilidad" con los migrantes y evitar "la indiferencia" sobre el tema.
El religioso hizo su entrada en el Estadio Velódromo, que estaba abarrotado en su mayoría por migrantes y sus familias, tras recorrer las calles de dicha ciudad, donde fue acogido entre aplausos del público y las autoridades al grito de "¡viva el Papa!".
RESPONSABILIDAD EUROPEA
Con esta concurrida liturgia, el argentino Jorge Bergoglio, de 86 años, termina su segunda e intensa visita de dos días a esta ciudad de Francia, con motivo de la clausura de los Encuentros Mediterráneos entre jóvenes y obispos de los países ribereños.
Ante este impresionante foro, pidió "responsabilidad europea" para enfrentar el "fenómeno migratorio" tras denunciar la víspera el "fanatismo de la indiferencia" hacia los migrantes. "Quien arriesga su vida en el mar no invade, busca acogida", reiteró.