Ya nada parece poder sorprendernos en el mundo, pero en Corea del Norte un hecho insólito se presentó y causa asombro ya que un niño de dos años de edad fue sentenciado a cadena perpetua en un campo de prisioneros.
Y lo más asombroso es el motivo de la condena, encerrado de por vida solo porque sus padres fueron sorprendidos con una Biblia en su poder.
Se sabe que tanto el menor como su familia fueron encarcelados por el régimen de Kim Jong un, así lo reveló un Informe Internacional de Libertad Religiosa del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Cabe señalar que este caso es solo uno más de los que se presentan a diario este país, como se recuerda en el año 2011 una mujer fue fusilada junto a su nieto tras ser acusada de practicar el cristianismo.