En pleno invierno, Italia enfrenta una reducción considerable en las precipitaciones lo que ha provocado que los canales de Venecia queden prácticamente vacíos ante el asombro de propios y extraños.
Por lo general, las preocupaciones en torno a Venecia eran las constantes inundaciones, pero esta vez una ola de mareas bajas ha empezado a secar sus canales, lo que ha generado gran alerta entre las autoridades.
Según los científicos, este fenómeno es habitual en los primeros meses del año, pero ahora ha alcanzado niveles extremos debido a los efectos del anticiclón responsable de que apenas haya llovido durante el invierno.
"El problema no es sólo estético. Las bajas mareas provocan diversas molestias, porque toda Venecia vive y se mueve en el agua", asegura Alvise Papa, responsable del centro de Control de las Mares de Venecia.
Esta sequía también afecta a otras regiones del país. Por ejemplo, El río Po, el más largo de Italia que desciende desde los Alpes, tiene un 61% menos de agua de lo normal en esta época del año.
Mientras tanto, el nivel de las aguas del lago de Garda, en el norte de Italia, ha descendido a mínimos históricos, lo que ha encendido las alarmas entre los expertos.
