Desde hoy, el sillón número 18 de la Academia Francesa será el primero en dar asiento a un autor que siempre escribió en español en la institución fundada en 1635 por el cardenal Richelieu. Mario Vargas Llosa tendrá un recibimiento como uno más entre los "inmortales", los grandes custodios de las letras galas.
A sus 86 años, el escritor recibió la espada ceremonial entregada por la historiadora y politóloga Hélène Carrère d'Encausse, considerada como la "secretaria perpetua de la institución", ya que ocupa el puesto desde 1990.
La bienvenida pública al Nobel hispano-peruano tendrá forma de una ceremonia solemne en el Anfiteatro del Instituto Francés, en París, ante un reducido número de invitados, entre los que se encuentra el rey emérito español Juan Carlos I y su hija la infanta Cristina.
El acto comenzará a las 15.00 horas de este jueves 9 de febrero y algunas de sus pautas se remontan a hace 350 años, dentro de una tradición en la que figuran nombres célebres como Montesquieu (nombrado académico en 1727), Victor Hugo (1841), Louis Pasteur (1881), Alexis de Tocqueville (1841), Jean Cocteau (1955) o Claude Lévi-Strauss (1973).
Se los conoce como 'los inmortales' por el lema À l'immortalité (A la inmortalidad), que figura en el sello dado a la Academia por el propio Richelieu y que hace referencia a su misión de "portadores de la lengua francesa".