Como parte de la elecciones presidenciales, los franceses le confiaron un nuevo mandato de cinco años al el candidato de La República en Marcha (LREM), Emmanuel Macron, frente a Marine Le Pen, de la Agrupación Nacional (RN), quien pese a su derrota logró el mejor resultado de la extrema derecha.
Según las primeras estimaciones, el centrista obtuvo entre 57,6% y 58,2% de votos en el balotaje, una diferencia menor que en 2017 cuando derrotó a su rival con un 66,1% de votos. Francia optó por la continuidad con un dirigente europeísta, que se convirtió en el primero en lograr la reelección desde 2002.
ALGUNAS REACCIONES
Las reacciones de los líderes europeos no se hicieron esperar. "Podemos contar con Francia cinco años más", dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. En tanto, algunos el canciller alemán, Olaf Scholz afirmó lo siguiente: es un "voto de confianza para Europa".
LA ULTRADERECHA EN LAS ELECCIONES
Pese a las advertencias sobre el "peligro" extremista, la ultraderecha no ha dejado de progresar en cada elección desde 2002 y con entre 41,8% y 42,4% de votos, según las estimaciones, la candidata de RN logró su mejor desempeño.
"El resultado representa en sí mismo una brillante victoria", dijo ante sus decepcionados seguidores en su cuartel general. "Continuaré mi compromiso por Francia y los franceses (...) Libraré esta batalla", agregó.
FUROR POR RESULTADOS
Mientras tanto, a los pies de la torre Eiffel, París era una fiesta. Gritos de júbilo estallaron con las primeras estimaciones en el Campo de Marte, donde el presidente centrista, de 44 años, tiene previsto dirigirse a todos sus seguidores.
Sin embargo, "cuando vemos una extrema derecha por encima del 40%, habrá que seguir trabajando, unir el país, tener un proyecto político y una mayoría parlamentaria", advirtió el ministro de Asuntos Europeos, Clément Beaune.
